Aurelia Montiel Salguera nació el 1 de Mayo en Cañas Gte (CR). Hija del matrimonio de Alejandro Montiel Montiel y Marta Salguera Centeno, siendo la hija numero ocho de nueve hermanos.
Su niñez:
Desde muy pequeña mostraba una gran pasión por el canto. A los 7 años comenzó a participar en festivales de la canción, en diferentes canales de televisión en Costa Rica, y también en diferentes lugares de la zona. Soñaba con cantar y aprender a tocar algún instrumento musical, pero por limitaciones económicas en su familia nunca en su niñez pudo llevar a cabo ese sueño.
::El Comienzo: Fue en su adolescencia cuando comenzó a cantar música popular en diversas actividades, luego tuvo su oportunidad de cantar en un grupo música alternativa y viajar a Guatemala en su primera experiencia internacional. Lo que Aurelia no sabía, es que esa iba a ser su primer y última experiencia musical en lo secular, ya que al poco tiempo, fue invitada a una congregación, donde conoció el verdadero amor: Jesucristo.
A los 16 años, al conocer a Cristo, comenzó el sueño de su vida, glorificarlo a través de la música, y la ilusión de que muchas personas recibieran el mensaje de salvación. Una vez impulsada por ese sentir, comienza a escribir sus propias canciones con la esperanza de que en algún momento las pudiera plasmar en una grabación, pero mientras esto pasaba, ella continuaba componiendo sus canciones.
A los 17 años se inició en la música dentro del círculo Cristiano, y hasta el día de hoy continúa sirviendo como ministra de la alabanza y la adoración en su actual congregación.
Es ahora, luego de tener una familia consolidada, de haber terminado su carrera universitaria y haber cumplido muchas metas, que Aurelia es impulsada nuevamente a completar su sueño de grabar sus canciones, y Dios abre la senda para poder cumplirlo. El proyecto musical “ALIENTO DE VIDA” es ahora un sueño hecho realidad.
Ahora su música se escucha en las emisoras cristianas de CR, Perú y Ecuador, pero el mayor objetivo con el proyecto “Aliento de Vida”, es que las personas se den cuenta que existe una nueva vida cuando abrimos nuestro corazón a Dios, con nuevas esperanzas y una renovación espiritual.