Historia del Liceo
En un principio, los jóvenes cañeros que habían obtenido su sexto grado de la escuela primaria, tenia que viajar a Tilarán para continuar sus estudios secundarios
Por el año 1959, Don Miguel Araya Venegas, maestro pensionado empezó a tener un sueño, la de abrir un colegio de enseñanza media en CañasComunicó su ideal a muchas personas, también en colaboración de Gerardo Gómez Ramírez. Juntos empezaron a trabajar en el proyecto de abrir un colegio para los jóvenes egresados de la escuela primaria.Sin embargo en el primer momento tuvieron la oposición del consejo superior de educación, suprema autoridad en asuntos educacionales, el cual ponía obstáculos a la creación del nuevo centro educativo.
Se cuestionaban asuntos tales como: condiciones del edificio, mobiliario, biblioteca, material de enseñanza, calidad de los profesores, etc...
Don Miguel obtuvo un préstamo en Nicoya para poder comprar el mobiliario para al menos cuarenta estudiantes.
Se logró conseguir un local gracias al espíritu cívico y de amor a la cultura, tanto el señor Cura Párroco, Presbítero Don José Luis Salas Miranda, como de su obispo, Monseñor Juan Vicente Solís.
Por otra parte, en el primer año de labores solo se podría dar el primer año de enseñanza, al año siguiente primero y segundo, así sucesivamente hasta llegar a dar el quinto año, osea talvez graduar bachilleres hasta los cinco años de labores.
Por otro lado Don Miguel tomó la decisión de iniciar lecciones con los grupos, y fue así como el primer lunes del mes de abril del año 1960 inició su propio colegio particular, sin ningún apoyo de las altas autoridades educativas, y sobre todo sin pensar en lucrarse, ya que los estudiantes eran de extractos muy pobres. Lo movió hacerlo, su amor y determinación de que la educación secundaria debía de darse también en Cañas.
Don Miguel y el Comité pro- colegio, apenas podían pagar trescientos colones. Un nuevo obstáculo que se presentaba. Este obstáculo no impidió que se siguiera laborando con gran empeño, al mismo tiempo que se recurría a todo lo que fuera, para convencer a las autoridades educativas.
Finalmente, El Consejo Superior De Educación resolvió tomar en cuenta los esfuerzos de los educadores cañeros y dispuso mandar un delegado a practicar exámenes escritos sobre todas las materias de primer año.
El cuestionario de cada materia había sido preparado por el Asesor de la misma que tenía el Ministerio de Educación Pública en su cede central y abarcaba todo lo que debía verse durante el año lectivo.
La aplicación de los exámenes estuvo a cargo de Abdón Quirós Vargas, como representante oficial del Ministerio de Educación Pública.
En dos días practicó las pruebas y se las llevó para su revisión en San José.
Una semana después Don Miguel Araya Venegas, director del colegio recibió un telegrama de parte de la inspección de escuelas y colegios particulares de Costa Rica, la cual le informaba que: todos los estudiantes del Colegio de Cañas habían sido aprobados y que por lo tanto se autorizaban formalmente a esta institución particular, para dar en el año 1961 el primer y segundo año del colegio.
Se ponía a derecho de esta manera el colegio de Don Miguel.
Los documentos y calificaciones, tenían validez en todo el país.
Se puso un pizarron frente al local del colegio para llevar la buena nueva al pueblo de Cañas.
Para el año 1962 se autorizó la apertura del tercer año por parte del Consejo Superior de Educación.
De nuevo se tuvo que trabajar "con las uñas" para construir una nueva aula. Dotar los servicios sanitarios de nuevas unidades, adquirir mesas para profesores y pupitres para los nuevos alumnos.
Al tiempo que el colegio crecía, la comisión, pro-colegio buscaba ayuda municipal y estatal. La municipalidad consiguió una subvención de 2500 colones gestionado por algunos diputados.